jueves, 25 de marzo de 2010

Anita



UN DÍA ANITA, la gallina preferida de doña Hortensia, amaneció cambiada.


—Y no me llame más Anita, que no sé quién es esa —le dijo a don Cleto, y agregó—: mi nombre es madame Gertrudis, águila de estirpe real, para que sepa.


El hombre se había provisto de un garrote para regresarla tiernamente a la cordura, cuando doña Hortensia, sartén en mano, lo frenó en seco.


—¡Cuidado!, ni se te ocurra tocarle la más ínfima de sus plumas a mi querida Anita; si ella dice que es un águila, ¿quién sos vos para contrariarla?


Así pasaron días, meses e incluso años, con la gallináguila pavoneándose por todita la granja, y el Cleto acopiando odio por toditos los rincones.


Pero como nada en este mundo es eterno, una noche doña Hortensia palmó afablemente mientras dormía. Ni bien cumplidos los ritos funerarios de rigor, don Cleto entró al gallinero, cuchilla en mano, dispuesto a saldar cuentas con Anita.


Ignoraba que, esa mañana, la gallina se había despertado como José, el cuervo de agudo pico que le arrancaría los ojos.


Safe Creative #1003255838151

Arte © Fernando Correa, «Mi gallina», acuarela


11 comentarios:

Soledad Arrieta dijo...

Muy original la idea, me encantó esto de las identidades de la gallina (que quizás ni siquiera era de antemano una gallina, sólo que su estadía en el gallinero la volvió tal bicho).
La caracterización implícita de Hortensia y Cleto, excelente, hasta tienen rostro.

(¿alguna connotación política en este relato? ¿o fueron sólo percepciones mías?)

Me encantó, Gabriel!
Cariños!

Palabras como nubes dijo...

Guau, qué final!!! Impactante, me gustó muchísimo. Si la gallina de Clarice Lispector -recordé este cuento, solamente porque trata del mismo animal- hubiera tenido igual temple...
Me gustó, siempre pasar por aquí es un deleite.

Abrazo
Jeve.

Gabriel Bevilaqua dijo...

Sol, gracias. El texto no tiene ninguna connotación política, aunque veo, je, que podría tenerla.

Jeve, muchas gracias; a mí me gusta que te haya gustado ;)

Abrazos funambulescos para tan gentiles comentaristas.

Elisa dijo...

Y qué bonita imagen, tan adecuada para el tono del relato has encontrado.

Virginia Vadillo dijo...

Ay, me encanta este cuentecito! Sobre todo por cómo está escrito, me encanta que le hayas puesto acento sudamericano!! ;)
Pobre Cleto! Una gallina con doble personalidad, bueno, pero cómo se iba a imaginar una gallina con triple personalidad!! jejeje, un final muy bueno!

Gabriel Bevilaqua dijo...

Sí, Elisa, en un primer momento pensé que se me iba hacer cuesta arriba hallar una imagen adecuada; por suerte di con ella casi de inmediato, ¡si hasta parece hecha para ilustrar la historia! :)

¡Gracias Virginia! Y como le decía a Jeve, a mí me encanta que te haya encantado ;)

Saludos cordiales.

Metalsaurio dijo...

¿una gallina de personalidad múltiple? jeje! está muy bien :)

Gloria dijo...

Muy bueno Gabriel, Horacio Quiroga hubiera estado encantado de que se le hubiera ocurrido.
Por suerte la creaste tú.
Un abrazo.

Gabriel Bevilaqua dijo...

Metalsaurio, ¡sí!, una gallina, jeje; creo que le deben estar poniendo algo en el alimento, ¿será?

¡Uf, Gloria! ¿Horacio Quiroga?, no sé qué decir, sólo tantísimas gracias aunque exageres :)

Un abrazo para ambos.

Unknown dijo...

Auch, sanguinolento final. Bellas figuras. Saludos.

Gabriel Bevilaqua dijo...

Yunuén, ¡gracias! Siempre que alguien se aventura al pasado del Elefante y comenta, la alegría es doble :D

Saludos cordiales

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